- Definir el propósito de la impresora identificando tus necesidades específicas, para esto puedes preguntarte: ¿Necesito imprimir en blanco y negro o color? ¿Necesito calidad fotográfica? ¿Necesito escanear o fotocopiar documentos? ¿Necesito una impresión de alta calidad?
- Identificar el volumen de impresión: ¿Necesito imprimir constantemente? ¿Requiero velocidad y eficiencia? ¿Necesito que el costo de impresión por página sea mínimo?
- Requiero calidad de impresión. Para esto, se deben haber respondido todas las anteriores preguntas y así poder determinar que tipo de resolución de impresión necesito. Por ejemplo: las impresoras de inyección o tinta son ideales para impresiones de alta calidad sobre todo a color por las opciones de papel que manejan y las impresoras láser son óptimas para imprimir documentos nítidos en blanco y negro y suelen ser más eficientes en términos de velocidad. Ejemplo: códigos de barras.
- Se debe verificar la conectividad y compatibilidad de la impresora con los dispositivos que tenemos. ¿Necesito una impresora con conexión USB, Wi-Fi, Bluetooth o las tres?
- Por último, hay que investigar el costo de la impresora vs. el de los cartuchos o consumibles, al igual que la duración o cantidad de impresiones estimada de los mismos.